domingo, 17 de junio de 2012

El Iluso

Ahora que se encuentra nuestro País en la situación actual, cuando por desgracia nuestras autoridades de Educación, eliminaron materias humanísticas y de formación de valores y filosóficas, ha llegado un rayo de esperanza, caridad y Fe, pues nuestro pueblo es en su raíz profundamente religioso, al cual se le trató por 70 años, en nombre del libertinaje (al que llamaban "libertad") y bajo una gran presión extranjera, de materializar y utilizar con fines de un propósito contrario a su voluntad. Viene a colación el narrar el siguiente cuento, pues la gran mayoría de nuestros jóvenes, niños, y muchos adultos, no saben de los grandes filósofos y pensadores universales y mucho menos saben de los nacionales.

Por la situación actual va la siguiente narración de un gran filósofo.

La muerte de Dios
Quizás hayan oído hablar del hombre que, en una soleada mañana, encendió una linterna y corrió a la plaza del mercado gritando sin parar ¡busco a Dios!, ¡busco a Dios!. Por allí había mucha gente que no creía en Dios y les produjo gran regocijo oir a aquél hombre. Mofándose, le decían ¿Qué pasa, se ha perdido?, otro le dijo ¿se ha extraviado?, otro mas le dijo ¿se te ha escondido? Y así mofándose le decían ¿se fue de viaje?, ¿habrá emigrado?, etc, etc, pero todos, todos, reían al ver a aquél hombre, quien de pronto se plantó frente a ellos y gritando les dijo: ¿adonde se ha ido Dios?, ¡ahora voy a decírselos!, ¡lo hemos matado, ustedes y yo!, ¡todos nosotros somos unos asesinos!. ¿cómo lo hemos hecho?, ¿cómo hemos sido capaces de beber en el mar? ¿qué hicimos al separar la tierra de su sol?, ¿hacia donde nos dirigimos?. ¿lejos de todos los soles? ¿acaso no avanzamos sin parar?, ¿hay todavía un arriba y un abajo?, ¿no alienta el espacio vacío sobre nuestras cabezas?, ¿no hace mas frio?, ¿no es cierto que la noche avanza continuamente, cada vez mas obscura?. Tendremos quizás que encender linternas en pleno día. ¿No oímos el ruido de todos los sepultureros que están enterrando a Dios? ¿no advierte nuestro olfato la putrefacción? Porque los dioses mismos están sujetos a ella. ¡DIOS ha muerto!, ¡Dios sigue estando muerto!, ¡nosotros lo hemos matado! ¿de que modo nos consolaremos nosotros, los mas abyectos de los asesinos? Lo mas santo y lo mas alto que el mundo ha tenido hasta ahora, ha derramado hasta la última gota de sangre bajo nuestro cuchillo. ¿Quién borrará en nosotros la mancha de esa sangre? ¿en que agua nos lavaremos?, ¿Qué lustros, que fuegos sagrados tendremos que inventarnos?, ¿no deberíamos convertirnos en Dios solo para hacernos dignos de EL?. ¡Jamás ocurrió nada de mayores proporciones y con relación a ello todos los que nazcan después de nosotros pertenecerán a una historia mas alta que cualquiera de las anteriores!.
Al decir lo anterior, el hombre calló, guardó silencio y miró de nuevo a sus oyentes. Ellos también estaban callados y lo miraban con sorpresa, entonces tiró su linterna, la cual se rompió y dejó de alumbrar. Dijo entonces, veo que no he venido en el momento oportuno, he llegado demasiado pronto el acontecimiento prodigioso está en camino, no ha llegado todavía a los oídos de los hombres. El rayo y el trueno, la luz de las estrellas y las hazañas tardan un tiempo en ser vistos y oídos. Esta acción por ahora, está mas alejada de ellos que la estrella mas lejana, sin embargo, ¡son ellos quienes la han llevado a efecto!.
Se dice que después el hombre se encaminó hacia varias iglesias aquél mismo día y que dentro de ellas entonó el réquiem aeternam Deo. Cuando se le invitaba a salir y a dar una explicación, siempre respondía: ¿qué otra cosa pueden ser ahora estas iglesias (templos) sino tumbas y mausoleos dedicados a Dios?
Ing. Federico Juárez Andonaegui

miércoles, 13 de junio de 2012

Inclinacion al bien o al mal

En general, hay un algo que atrae al hombre hacia Sí. El ser humano ha sentido necesidad de dialogar con un Algo (Causa). Intuye que hay una Causa (Algo) que lo creó.

La inquietud siempre acompaña al ser humano, la misma es provocada por la búsqueda, esa búsqueda se encuentra siempre en una encrucijada entre el bien o el mal, entre lo material o lo espiritual. Pero …………. la búsqueda es en el interior del ser, para encontrar la Verdad, no en el exterior.

Al buscar en el exterior encontramos lujo, placer, drogas, hacer daño al prójimo, fastuosidad. Al buscar al interior, sin dejar de vivir la vida diaria, encontramos la Verdad, misma que nos guía.

El hombre en general a partir de lo existente o de obras, puede conocer ese Algo o Causa de todo, pero se da cuenta que hay un conocimiento u orden que no puede alcanzar, que es el de la Revelación Divina. El hombre ocupa un lugar único en la creación, en su propia naturaleza une el mundo espiritual y el mundo material ya que en su naturaleza está compuesto de un cuerpo material y de un Alma Espiritual.

Alma significa el principio espiritual del hombre, el cuerpo humano está animado por el Alma Espiritual y es toda la persona humana el Templo del Espíritu.

El hombre está actualmente sujeto a los placeres de los sentidos, a la inclinación del mal, a la apetencia de los bienes terrenos, y a la afirmación de Sí contra los imperativos de la razón, idolatra a mammón. Actualmente estamos bajo el dominio (poder) del imperio del príncipe del mal, por eso impera el "si no tranzas no avanzas", "dañar sin mirar a quien", "ratero y sinvergüenza mas no tonto", "mas vale pedir perdón que pedir permiso", "sube a costa de lo que sea", etc, etc,. Para evitarlo, el hombre debe ser integro y ordenado en todo su ser para estar libre de la inclinación al mal (1Jn 2:16).

Es un grave error el ignorar que el hombre tiene una naturaleza herida, inclinada al mal, por eso hay errores en la educación, en la política, en las costumbres y en las acciones sociales. La naturaleza humana está herida, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al imperio de la muerte, inclinada al mal, está debilitada, por estar en un mundo gobernado por el príncipe del mal, por eso está llamado al combate espiritual.

El mexicano como ser humano a través de toda su historia hasta el día de hoy, ha expresado siempre su búsqueda de Dios, por medio de sus creencias, cultos, meditaciones, etc (así lo narra la historia) por tanto es un ser religioso.

En tiempos ancestrales los aztecas afirmaban la aparición de una deidad en el cerro del Tepeyac (documentos en EE. UU., a partir de 1848). Después del choque de las dos culturas, apareció la Virgen María a quien los naturales llamaron Guadalupe, desde entonces ha quedado asentado con mas razón, el fervor religioso del pueblo meshica (mexicano).

Como se ve, desde tiempos inmemoriales México ha tenido señales, las cuales su pueblo ha captado, no en toda su magnitud, (Ap 12: V 1 a 6 y V 13 a 17) por diversas razones (choque de pueblos y razas e influencia extranjera). Sin embargo el mexicano piensa que hay un algo que lo hace tratar de encontrarse (Hch 17: 26 a 28) y encontrar el Algo o Causa que así lo hace pensar y que lo convierte en religioso.

Por lo mismo, desde hace tiempo el pueblo mexicano al igual que toda la humanidad, está llamado al combate espiritual.

La lucha que libra Meshijó Tenochtitlán Anahuac no es contra carne hueso y sangre, es una guerra entre fuerzas espirituales, el Espíritu contra mammón, Y CON EL ESPIRITU NO SE JUEGA.
Dios Guarde y Salve a Meshico Tenochtitlan Anahuac.
Tlacaeletl