jueves, 27 de octubre de 2011

Es conveniente para leer este artículo, conocer o saber poco de Teología.

En ésta vida, dado la época y tiempos en que se vive, es conveniente y necesario tener un manual de fórmulas para la vida diaria, desde el punto de vista religioso, es imperioso porque lo que actualmente sucede en México es lo que sucedió en Colombia hace 25 años. Ellos vencieron a la maldad a base de oración, se juntaron todas las Iglesias y parte de la Iglesia Católica y en oración constante vencieron a los demonios que se habían apoderado de Colombia. Tenían mafias y además estaba la guerrilla.
Juntos gobierno y pueblo, la sociedad en general y la oración, triunfaron, prácticamente aplicaron el "a Dios rogando y con el mazo dando".
Es lo que debemos hacer por y para nuestro país. Deben unirse todas las Iglesias.
Esos demonios y espíritus malignos, se trasladaron a México, están con mas énfasis en Nuevo León y Tamaulipas. Debemos tener en cuenta que los narcotraficantes trabajan con brujerías y hechizos. Traen y llevan brujos(as) y hechiceros(as).
Estos demonios y espíritus malignos están en todas partes, en el gobierno, en las sociedades secretas y en las públicas, en las mismas Iglesias. En toda la sociedad.
El Príncipe de la maldad gobierna la tierra, estamos en su territorio. Pocos recordamos que ya fue derrotado por Jesucristo en la Cruz.
Debemos unirnos todos para derrotar a los espíritus del mal y a los demonios.
Tomando en cuenta lo señalado líneas arriba y que es una gran realidad, es que me atrevo a decir que tanto el profesionista, como el técnico, como persona y sobre todo, las amas de casa, ya sean sólo esposas o esposas y mamás, es necesario y conveniente acudir a un manual o prontuario que nos afiance la Fe; cuando sentimos desfallecer y creemos que todo ha sido en vano y creemos que todo es perdido, nada como acudir a un manual religioso en donde encontremos un remanso de paz, donde bebamos agua para mitigar la sed tanto de Justicia como de Perdón como de cualquier otro síntoma.
Las fórmulas, pasajes y enseñanzas que siempre han estado a nuestro alcance, creo, considero, que serán muy útiles para todo mexicano que se preocupa y trabaja por nuestro País, así como por su persona. Se encuentran enseñanzas muy antiguas que han perdurado de una u otra manera. Todas dentro de los principios y cánones estipulados en su época, pero que, debido a la actualización y modernización, algunas ya no se emplean y otras más se pasaron por alto, en otras ya no se hace énfasis y otras más son desechadas por la misma población mexicana que vive inmersa en lucha diaria por la sobrevivencia debido a la injerencia, intervención e influencia de otro País, lo que ha originado la supremacía del tener sobre el ser.
Todo lo anterior aunado a otras situaciones, ha dado por resultado que México siendo un País eminentemente religioso, comienza a hacer a un lado su mayor tesoro para lanzarse en pos de los dineros, lujos, lujuria, vanidades, desviaciones, tanto morales como sexuales, terrenales y superficiales, copiando así las costumbres – que no le son - de los bárbaros. Así, vemos con tristeza el nacimiento y proliferación exponencial de la Aristocracia del dinero, reemplazando a la Aristocracia de sangre.
No me corresponde, ni corresponde a ésta nota el analizar si en el pasado o en la actualidad, nuestros antepasados o nuestros contemporáneos supieron, saben o no descifrar los misterios que encierran las enseñanzas religiosas (de todas las religiones). Pero sé que se encuentran fórmulas para todo, pues basadas como son en distintos libros y estudios en el pasado, eran de uso común en nuestros antepasados.
Por alguna causa han caído en desuso y hasta en el olvido de la mayoría de las personas, pocas son las que las conocen pese a su poca o mucha difusión y – de ellos – pocos saben descifrar y hacer uso de las fórmulas.
La Biblia – viejo y nuevo Testamento – contiene fórmulas y secretos hasta la fecha no divulgados y/o quizás no descifrados, también libros escritos por Doctores de la Iglesia que son propios para la vida cotidiana, pues fueron escritos por estudiosos de la Religión que con bases y experiencias los transcribieron.
Toca a cada amable lector, estudioso, curioso o no, seglar o religioso, iluminado por Dios Espíritu Santo entender y comprender lo que a necesidad corresponda.
Sabemos a través de todos los medios que Dios se ha manifestado de muchas formas y maneras, sabemos que nos habla diariamente y a cada segundo de nuestras vidas, pero resulta que no lo escuchamos y a veces al escucharlo, no lo entendemos, dando al traste con nuestras propias intenciones, proyectos e ilusiones.
La Biblia como base, mas los estudios de grandes eruditos, filósofos y Doctores de la Iglesia, siempre han dado fórmulas reveladas por Dios Nuestro Señor, y solo algunos las entienden, otros las entienden pero no las aplican.
Dios Guarde y Salve a Mis hijos


Autor: Ing. Federico Juárez Andonaegui

jueves, 20 de octubre de 2011

Miqueas

Al Profeta se le ubica en tres etapas de la vida del pueblo judío.

1.- En el reinado de Jotam y Acaz, cuando Judá enfrentaba la presión económica de pagar tributo al Rey asirio Tiglat-pilesr III (2Rey. 16, 2; 2 Crón 28)
2.- En el reinado de Ezequías en tiempos de la independencia política de Asiria y reforma de Judá, y
3.- En el reinado de Manasés, hijo de Ezequías (Judá). En esta etapa se aleja la nación judía de Dios.
Sacando datos de la Biblia, podemos resumirlo en 3 secciones principales:
I.- Llegada de Dios, en poder, trayendo justicia. Juicio de Dios sobre Israel y Judá. (1, 1-2, 13)
II.- El liderazgo justo vendrá a Sión. (3, 1-5, 15) y
III.- El acercamiento a Dios en humildad, justicia y esperanza (6, 1-7, 20).
Estructura social
Miqueas estaba consciente del aspecto social y cultural de su audiencia así como de las instituciones tanto políticas, económicas y religiosas. Estaba en consonancia con la obra creativa de Dios y por Fe imaginaba una situación futura muy diferente a la que estaba viviendo para su pueblo.
Llama la atención observar que Miqueas interactuó con los gobernantes de Judá (3, 1-3, 9 y 7, 3) los que eran responsables (3, 11 y 7, 3) del orden social pero eran corruptos, ni defendieron los derechos de las personas, ni establecieron justicia (3, 9).
Generalidades
Los Jueces (poder judicial y legislativo) no sabían lo que era la Justicia; trataban a los débiles de forma inhumana. Estos líderes odiaban lo bueno y amaban lo malo. (3, 1-5, 15).
Sus líderes políticos (gobernantes) deshonestos se habían olvidado de Dios (6, 3 y 7, 3) y no recordaban lo que se requería para amar y adorar a su pueblo y a Dios.
Jerusalén era malvada y estaba llena de violencia (6, 12 y 7, 2).
Consecuencias teológicas y sociales
Los predicadores que no están llenos del Espíritu de Dios, no tienen disposición de llorar por los que enfrentan juicio (1, 8-9). Enfatizarán la paciencia de Dios (2, 7) y la seguridad de la presencia de Dios (3, 11)) estarán mas preocupados por mantener su empleo con buena paga (3, 5, 11) No alentarán el cambio porque no verán el peligro que viene. No imaginarán la esperanza que depára el futuro.
Miqueas sabía que la justicia divina vendría a la Tierra. Sabía que los mensajeros de Dios (los hombres de buena Fe, lloran y advierten cuando escuchan que el poder de Dios puede traer la destrucción de los pecadores (1, 2-7) alientan los patrones de justicia de Dios (3, 11), alientan a los que sufren esperando el reino justo de Dios (4, 1-8). Aún en la obscuridad de la desesperación tienen Fe y confianza en que Dios escuchará sus clamores (7, 7-15).
Como se ve en este pequeño estudio, tanto en la estructura social, como en generalidades asi como también en las consecuencias teológicas y sociales, hay similitud de esa época para con el México actual. Originado - ahora - por la influencia e intervención permanente del país vecino del norte.



Autor: Ing. Federico Juárez Andonaegui

martes, 20 de septiembre de 2011

Vicios del cuerpo y del alma.


Debemos primeramente hacer diferencia entre el cuerpo (la carne propiamente) y el espíritu (el alma propiamente). Durante muchos años, predominó la Doctrina de los filósofos epicúreos; a la fecha aunque no recibe el mismo nombre, predomina entre la juventud la misma filosofía – sólo que ahora bajo el nombre de materialismo – que incita e invita a vivir según la carne, porque colocan el sumo bien y la bienaventuranza en la fruición del deleite corporal, porque opinan que el bien corporal es el sumo bien del hombre.
Así, sin seguir una doctrina y mucho menos sin filosofar, de ésta manera, se inclinan a la sensualidad y no saben gustar de otra cosa sino de los deleites que reciben por los sentidos corporales, que es en suma lo material. Es un mundo en que el hombre desea y vive según la carne (el cuerpo).
La otra filosofía, es, las personas que desean vivir según el Espíritu, son las que colocan el sumo bien en el Alma. Son los que viven según el Espíritu. En la antigüedad eran llamados los Estoicos.
Ambos, epicúreos (materialistas) y estoicos (espirituales) desean vivir cada uno en su paz respectiva, y que cuando consiguen lo que apetecen viven en peculiar paz.
Pero, en la Sagrada Escritura vemos que a la carne se le dan diversos significados, lo que es muy largo de buscar y referir, para que al final podamos deducir que cosa sea vivir según la carne.
En las Sagradas Escrituras, encontramos diferentes referentes con respecto a la carne, así, tenemos:
No toda carne es de una misma especie; diferente es la carne del hombre y la de las bestias y diferente la de las aves y la de los peces.
El Verbo Eterno se hizo carne, o cuando dice Magdalena: "han llevado de aquí a mi Señor y no se donde le han puesto". Hablaba solamente de la carne de Jesucristo.
En la Epístola de San Pablo a los Gálatas, dice: las obras de la carne son bien notorias y conocidas; como son los adulterios, fornicaciones, inmundicias, lujurias, idolatrías, hechicerías, enemistades, contiendas, celos, iras, disensiones, herejías, envidias, embriagueces, glotonerías y vicios otros, semejantes, sobre los cuales os advierto, como ya os tengo dicho, que los que cometen semejantes maldades no conseguirán el Reino de los Cielos.
San Agustín cita en De Civitates Dei libro XIV capítulos I-IV, que "no hay carne alguna que se justifique por las obras de la Ley".
Considerando todo lo antes señalado, ¿qué es vivir según la carne? Porque las obras de la carne (fornicaciones, embriaguez) que dijo, eran notorias y las condenó, no solo hallamos las que pertenecen al deleite de la carne, sino también aquéllas con que se manifiestan los vicios del ánimo, que son ajenos al deleite carnal, tales como la idolatría, enemistades, rivalidades, celos, iras, envidias que son vicios del Espíritu mas que de la carne.
Puede suceder que por idolatría, o por error se abstenga uno, de los deleites carnales, pero aún así el hombre vive según la carne, aunque parezca que modera y frena los apetitos carnales.
¿Quién no tiene la enemistad en el Alma?
¿Quién de su enemigo no dice: mal ánimo tienes contra mi?.
Así, al oír carnalidades pensamos atribuida a la carne, el oír animosidades, se atribuirán al espíritu, pero las gentes de la Fe y la Verdad, les llaman obras de la carne.
Por eso en el ser humano hay dos mundos, es decir, dos ciudades, el uno es vivir según el hombre y el otro es vivir según Dios (es lo Espiritual, es el Alma).
Cuando vive el hombre según el hombre, es semejante al enemigo (demonio) - porque el debió vivir según Dios y según el ángel que era - por vivir según él.
Por eso la corrupción del cuerpo, que es la que agrava el Alma, no es causa, sino pena del primer pecado; y no fue la carne corruptible la que hizo pecadora al Alma, sino al contrario, el Alma pecadora hizo a la carne que fuese corruptible.
El hombre por vivir conforme a si propio (al hombre), se hizo semejante al demonio, el cual también quiso vivir conforme a si propio, por cuanto no perseveró en la verdad, para hablar mentira movido de si propio, que no es solo mentiroso, sino padre de la mentira.
Cuando vive el hombre según el hombre es semejante al perverso (demonio).
Cuando vive el hombre según la verdad, no vive conforme a si mismo, sino según Dios; porque es el Señor el que dijo: YO SOY LA VERDAD.
La mentira es lo que, haciéndose para que nos vaya mejor, por ella nos va peor.
Una ciudad es el vivir con bien y en la verdad; La Ciudad de Dios.
La otra ciudad es el vivir con el mal y en la mentira.
Podemos decir que hay dos ciudades entre si diferentes y contrarias porque unos viven según la carne (aristocratas del dinero) y los otros según el espíritu, de la misma manera podemos decir que los unos viven según el hombre y los otros según Dios.


Autor: Ing. Federico Juárez Andonaegui