jueves, 25 de junio de 2015

Alimentos del ser humano

En artículos anteriores ya mencioné que el ser humano necesita tres clases de alimentos:

1.- Para estar saludable físicamente, necesita el alimento que todos conocemos y llevamos a cabo, es decir el alimento diario, desayuno y/o almuerzo, comida y cena o merienda. Todos sabemos las consecuencias del abuso, deficiencia o adecuada alimentación. Pero este no es tema del presente escrito.

2.- Para tener el Alma saludable, necesitamos alimentarla adecuadamente con los nutrientes necesarios para su buen funcionamiento. Este es el tema que vamos a tratar.

3.- Para tener un Espíritu saludable, también debemos alimentarlo adecuadamente. Tema a tratar en otra ocasión.

Los alimentos para el Alma son variados, se encuentra en todas partes, diario lo reciben los que quieren (aún sin darse cuenta) y diario la rechazan los que no lo quieren. Este alimento se encuentra diariamente en casa, a cada rato, en la escuela, con gente pensante, sabia, en la Biblia, Pentateuco, libros de religión, etc. 

Únicamente ha faltado quien se lo haga saber a las personas y se alimente adecuadamente.

Son cientos de personas en nuestro país que en toda nuestra historia como nación, se han preocupado y ocupado de alimentar el Alma no solo a su familia, sino también al pueblo. Pero a partir de 1971, ha sido marcado el abandono a que a sido sujeto nuestro pueblo, por parte de TODOS LOS GUIAS ESPIRITUALES DE TODAS LAS RELIGIONES QUE EN MESHIJO TENCHTITLAN ANAHUAC se profesan. Todos hasta la fecha – sin excepción - han fracasado en su función, no han cumplido con su deber ni con su obligación.

Por lo mismo, los guías morales (toda clase de sociedades, civiles, secretas, discretas, etc) andan dando tumbos y tampoco han cumplido su función en nuestro País. Y ya ni debemos ocuparnos de nuestros guías materiales (“políticos”, gobernantes, asesores, gobernadores, presidentes municipales, diputados, etc, etc., todos ellos han fallado porque tienen a Mammón como único dios; por lo mismo varios alimentos los empachan, a otros les da diarrea, otros no los comen y se hacen anoréxicos, otros más son famélicos, tanto del Alma como del Espíritu. De su físico tampoco se cuidan, son “gordos”, opulentos, satisfechos de tener ($$$) lo que tienen, etc, etc. La mayoría son Aristócratas del dinero.

En mi obra “Principios básicos de educación y moral para educandos”, hago mención de algunos de los alimentos necesarios para el Alma, tales como Moral, deber, aseo, ejercicio,  propiedad, derecho, caridad, Fe, virtud, justicia, posesión, educación. Otros alimentos como el orgullo, preocupación, crisis, etc., deben ser analizados y tomados con mesura. Estos y otros alimentos más (autocontrol, éxito, Verdad, seguridad, meditación, etc, etc) deben ser entregados por los padres de familia guiados y apoyados por sabios, sacerdotes, pensantes, libro principal de cada religión, y libros que traten los temas descritos. Es innegable que han existido a través de los años cientos de autores que han tratado el tema que menciono aquí, todo ha sido dicho y escrito al respecto, no hay nada nuevo.

En otra obra mia, titulada “Principios básicos de Religión”, comento acerca de los siete alimentos peligrosos (vicios mortales), que son cabezas y origen de cuantas transgresiones (pecados, faltas) se hacen:

Ellos son: la soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza, los cuales deben ser tomados en cuenta, porque existen, y deben ser analizados con cuidado. No pueden dejar de tomarse en cuenta. Ya que los enemigos del Alma, siempre han estado y están y seguirán estando al acecho para inclinar al Alma a mal. ¿Quiénes son los enemigos del Alma?, ¡el mundo, el demonio y la carne!.

Los alimentos del Alma han perdurado durante siglos y siguen vigentes y siempre el maligno y su corte y mammón con su tropa, seguido meten su mano, con nuevas teorías.

El ser humano debe de tomar en cuenta los alimentos del Alma, en su justa dimensión, ya que nace con dos inclinaciones:

Una inclina hacia el mal, se vuelve egoísta a ultranza, materialista, (“político”, aristócrata del dinero, etc.). Por naturaleza busca la mentira, son diestros, maestros y hasta doctorado en ella tienen.

La otra inclina hacia el bien, (justo y honesto en las funciones a cumplir), busca la Verdad, tiende a la Divinidad.

Por lo mismo su vida es una lucha constante entre ellas.

Lo anterior me recuerda la siguiente frase y pensamiento: ¡Cuán diferentemente se inclina nuestra voluntad a lo que es la voluntad de Dios! Ella quiere queramos la Verdad, nosotros queremos la mentira (CV 42, 4 Teresa de Ávila).

Por lo mismo, es libre de pensar en tomar los alimentos que quiera.

Tlacaeletl

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